PREGUNTAS FRECUENTES

Una emergencia veterinaria es una situación que pone en peligro inmediato la vida de tu mascota y requiere atención inmediata.

Algunos signos incluyen:

Dificultad para respirar
Convulsiones o pérdida del conocimiento
Sangrado abundante o heridas profundas
Envenenamiento o ingestión de objetos peligrosos
Dificultad para orinar o defecar con dolor

Una urgencia veterinaria es un problema grave que necesita atención rápida, pero no es inmediatamente mortal. Algunos ejemplos:

Cojera repentina sin causa aparente
Vómitos o diarrea persistentes sin sangre
Infecciones en la piel o los ojos
Fiebre o decaimiento moderado

Si tienes dudas, contacta a un veterinario de inmediato para evaluar la gravedad del caso.

Si tu mascota necesita hospitalización y el servicio veterinario es a domicilio, el veterinario evaluará la situación y tomará una de estas medidas:

Traslado a una clínica u hospital veterinario: Si el caso es grave, te recomendará llevar a tu mascota a un centro con equipo especializado.
Atención intensiva en casa: En algunos casos, se puede brindar tratamiento en el hogar con monitoreo constante.
Coordinación con otra clínica: Algunos servicios a domicilio trabajan en conjunto con hospitales veterinarios y pueden gestionar el ingreso de tu mascota.

Ante una emergencia, consulta con el veterinario lo antes posible para definir el mejor plan de acción.

La atención veterinaria a domicilio es muy útil, pero hay situaciones en las que no es recomendable y se requiere traslado a una clínica u hospital. Algunos casos en los que la atención en casa no es suficiente incluyen:

Cirugías mayores ? Procedimientos como esterilizaciones, extracción de tumores o cirugías de urgencia requieren un ambiente estéril y equipo especializado.
Hospitalización intensiva ? Si la mascota necesita monitoreo continuo, oxígeno o fluidoterapia avanzada, un hospital es la mejor opción.
Pruebas complejas ? Estudios como radiografías avanzadas, tomografías o resonancias magnéticas no pueden realizarse en domicilio.
Casos de trauma grave ? Fracturas expuestas, hemorragias severas o golpes fuertes requieren intervención inmediata en un centro con quirófano.

Si tu mascota presenta una de estas situaciones, lo mejor es llevarla a una clínica lo antes posible.

Si tu perro o gato tiene vómitos, sigue estos pasos hasta que llegue el veterinario:

Retira agua y el alimento por 6 a 12 horas (excepto en cachorros o gatitos muy pequeños para dar descanso a su estómago.
Ofrece agua en pequeñas cantidades para evitar la deshidratación. Si vomita incluso el agua, consulta al veterinario de inmediato.
Observa la frecuencia y aspecto del vómito (si tiene sangre, bilis, espuma o restos de objetos). Esto ayudará al diagnóstico.
Evita darle medicamentos sin indicación veterinaria, ya que algunos pueden empeorar la situación.
Revisa si hay otros síntomas como diarrea, fiebre, letargo o dolor abdominal, que pueden indicar una emergencia.

Si los vómitos son persistentes, contienen sangre o tu mascota se muestra muy decaída, busca atención veterinaria urgente.

Los cachorros pueden salir a la calle de forma segura una vez que hayan completado su esquema de vacunación, lo que suele ocurrir alrededor de las 12 a 16 semanas de edad. Antes de esto, su sistema inmunológico aún no está completamente desarrollado, y exponerlos a ambientes públicos puede ser riesgoso.

Si necesitas sacarlo antes, evita el contacto con otros perros y superficies contaminadas, como parques o banquetas, hasta que tu veterinario confirme que es seguro. Además, es importante iniciar la socialización en un entorno controlado para que se acostumbre a nuevos estímulos sin riesgos.

Si tu perro o gato tiene diarrea, lo primero es mantener la calma y observar su estado general. Hasta que llegue el veterinario, puedes hacer lo siguiente:

Retira el alimento por 12 horas (solo en adultos, no en cachorros o gatitos muy jóvenes) para dejar descansar su sistema digestivo.
Ofrece agua fresca en pequeñas cantidades para evitar la deshidratación. Si la diarrea es intensa, puedes darle suero oral veterinario.
Observa si hay otros síntomas como vómitos, fiebre, sangre en las heces o debilidad, ya que pueden indicar una condición más grave.
Evita darle medicamentos sin indicación veterinaria, ya que algunos fármacos pueden ser tóxicos para ellos.

Si la diarrea es muy intensa, prolongada o tu mascota muestra signos de malestar, consulta al veterinario de inmediato.

 Tu mascota puede necesitar estudios complementarios cuando el veterinario sospecha de una enfermedad que no se puede diagnosticar solo con la evaluación física. Algunos casos incluyen:

Análisis de sangre y orina ? Para detectar infecciones, problemas renales, hepáticos, diabetes u otras enfermedades internas.
Radiografías o ecografías ? Si hay sospecha de fracturas, tumores, problemas cardíacos o abdominales.
Electrocardiograma (ECG) ? Para evaluar enfermedades del corazón.
Biopsias o cultivos ? En caso de tumores, infecciones o enfermedades dermatológicas.

Si el veterinario indica estos estudios, es porque ayudarán a determinar un diagnóstico preciso y el mejor tratamiento para tu mascota.

Sí, esterilizar a tu mascota es altamente recomendable, ya que aporta numerosos beneficios para su salud y bienestar. Ayuda a prevenir enfermedades graves como infecciones uterinas, cáncer de mama en hembras y problemas de próstata o testículos en machos. Además, mejora el comportamiento al reducir conductas como el marcaje, la agresividad y la tendencia a escaparse en busca de pareja. También contribuye al control de la sobrepoblación animal, evitando camadas no deseadas y reduciendo el abandono. Las mascotas esterilizadas suelen vivir más tiempo y con mejor calidad de vida. Consulta con tu veterinario para determinar el mejor momento para el procedimiento.

No, los gatos no deben comer comida de perro de forma habitual. Aunque pueden ingerirla ocasionalmente sin un riesgo inmediato, la comida para perros no contiene los nutrientes esenciales que los gatos necesitan, como la taurina, un aminoácido vital para su corazón y visión. Además, los gatos requieren una dieta más rica en proteínas y grasas animales. Si un gato se alimenta solo con comida para perros, podría desarrollar deficiencias nutricionales graves. Siempre es mejor ofrecerle un alimento formulado específicamente para su especie.

Para que la adaptación de una nueva mascota con las actuales sea exitosa, sigue estos pasos:

Presentación gradual: No los fuerces a interactuar de inmediato. Mantén al nuevo en un espacio separado y permite que se familiaricen con su olor antes de verse.
Intercambio de olores: Frota un paño en cada mascota y colócalo cerca de la otra para que se acostumbren a su aroma.
Supervisa los primeros encuentros: Haz presentaciones controladas en un ambiente tranquilo. Usa correa en perros y transportadora en gatos si es necesario.
Refuerza con premios y caricias: Asocia la presencia del otro con experiencias positivas.
Respeta el ritmo de adaptación: Algunos animales tardan días o semanas en aceptarse. Dales tiempo y espacio.
Evita peleas y competencias: Asegúrate de que cada uno tenga su propio plato, cama y zona de descanso.

Si hay agresividad o tensión prolongada, consulta con un veterinario o etólogo para orientación.